TEÓRICOS DE METAL.- Las supercomputadoras -en la foto, la más potente del mundo, Tianhe-2- plantearán sus propias hipótesis.
TODO PARECE INDICAR que en las próximas décadas la clásica figura del investigador solitario en su laboratorio se irá perdiendo. El trabajo científico será mucho más colaborativo que en la actualidad, y ya hay pruebas de ello.
En 2015 un estudio sobre el bosón de HIggs publicado en la revista Physical Review Letters fue firmado por más de 5,000 autores. Sin embargo, el método científico no experimentará cambios. Así lo cree el físico Jorge Wegensberg, de la Universidad de Barcelona, en España.
"Es lo que permite distinguir de lo que es ciencia de lo que deja de serlo" explicó en la revista Muy Interesante México en diciembre de 2015.
"El método será el mismo; es la metodología lo que variará", dice el experto.Muchos científicos y divulgadores coinciden con Wagensberg. No obstante, el antiguo editor de la revista Wired, Chris Anderson, advierte el director que el diluvio de datos que hoy día se genera convierte, a su parecer, en obsoleto el método científico, pues ya es posible analizarlos sin partir de hipótesis contrastables. Anderson resume así el futuro que se avecina:
"Podemos introducir los valores recogidos en supercomputadoras y permitir que los algoritmos encuentren patrones allí donde la ciencia no puede"Un ejemplo aún rudimentario de esta tendencia es el software Eureqa, capaz de inferir leyes y correlaciones por sí solo a partir de un conjunto de datos.
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